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Disfunciones del eje intestino-cerebro.

Cómo restablecer el equilibrio mirando detrás de tus síntomas.

Gutbrain Mind 1

Ilustración de Davide Bonazzi – Hopkins Bloomberg Public Health Magazine
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Tu salud digestiva y tu estado de ánimo están mucho más relacionados de lo que parece.

Analizar tu salud gastrointestinal en conjunto con la salud de tu sistema nervioso nos permite identificar síntomas y desórdenes de tu salud que pueden estar “enmascarados” detrás de otras afecciones.

Un estudio reciente sobre Avances en neurobiología entérica publicado en 2018 en The Journal of Neuroscience*, explica cómo el tracto gastrointestinal (con sus más de 100 millones de células nerviosas recubriendo las paredes) opera como un sistema nervioso adicional al de tu cerebro. Este nuevo sistema se denomina Sistema Nervioso Entérico o “segundo cerebro”.⁣

Explica cómo que ambos sistemas (nervioso y gastrointestinal) se comunican directamente. Ciertas células alojadas en tu intestino transmiten información valiosa mediante conexiones sinápticas eléctricas que forman con las redes neuronales de tu cerebro.

Por ejemplo tus niveles hormonales, la sensación de saciedad o hambre, el impacto nutricional de un alimento u otro, son señales que se envían entre intestino y cerebro casi de forma instantánea.⁣

La realidad es que muchos de los síntomas que vemos frecuentemente en la consulta pueden estar directamente relacionados con una disfunción del eje intestino-cerebro.⁣

Síntomas frecuentes

  • Cansancio
  • Dolores corporales
  • Migrañas
  • Falta de foco y claridad
  • Problemas de memoria
  • Cambios de humor
  • Falta de líbido
  • Insasiabilidad
  • Fluctuaciones de peso
  • Desórdenes gastrointestinales
  • Estrés crónico y Ansiedad
  • Irritabilidad
  • Depresión

Uno de los aspectos que analizamos desde nuestro abordaje es el impacto del estrés a nivel físico en nuestro organismo. Es importante saber que la forma en la que nos relacionamos con el estrés afecta cómo digerimos nuestro alimento, y esto también afecta a la permeabilidad de nuestro intestino, pudiendo ser la causa de muchos de estos síntomas.

A su vez no debemos olvidar que la comunicación intestino-cerebro tiene dos vías. Por mencionar un ejemplo, cuanta menos diversidad de bacterias tenga tu microbioma intestinal, más serán las probabilidades de que sientas estrés y ansiedad.

Por otra parte, muchos de los neurotransmisores (que son como mensajeros químicos que viajan hacia y desde nuestro cerebro) son producidos en el tracto digestivo. El caso de la serotonina, mejor conocida como neurotransmisor de la felicidad, es un claro ejemplo.

Las bacterias
intestinales fabrican
alrededor del 95%
de la serotonina»
– CENTRO DE NEUROBIOLOGÍA –
Universidad de California, 2012*

¿Cómo creés que esto impacta en la conexión de tu salud intestinal y tu salud del sistema nervioso? La respuesta es siempre: más de lo que parece.

Nuestro abordaje de la salud conocido como Lifestyle & Functional Medicine (Medicina Funcional y de Estilo de Vida) a ahondado mucho en el estudio de estas disfunciones, llevando a la práctica clínica los últimos avances científicos del campo.


Barrera Hemato-Encefálica

Es importante también mencionar también a la barrera hemato-encefálica, ya que juega un rol crucial en muchos desórdenes neurocognitivos. Esta barrera hace de filtro entre el torrente sanguíneo y el sistema nervioso central, haciendo que toxinas en nuestra alimentación no pasen, y que nutrientes claves para la función cognitiva sí lo hagan.

Una alimentación basada en alimentos ultraprocesados, refinados y azúcares puede provocar inflamación y debilitamiento de esta barrera, provocando disfunciones tempranas en nuestro sistema nervioso que a la larga pueden desencadenar múltiples desórdenes, entre ellos algunos más graves como Alzheimer y Parkinson.

En nuestro abordaje contamos con análisis clínicos funcionales que nos permiten analizar las causas de los desequilibrios de este eje en profundidad, como parte de nuestro proceso de evaluación funcional. Nos dan información sumamente valiosa para realizar intervenciones personalizadas de nutrición y estilo de vida para reestablecer el equilibrio de tu comunicación intestino-cerebro.

Si te interesa saber más sobre estos análisis en el marco de nuestro abordaje visitá este link con información detallada sobre los mismos o contactanos ingresando aquí.


*Fuentes:

Advances in Enteric Neurobiology: The “Brain” in the Gut in Health and Disease. Subhash Kulkarni, Julia Ganz, James Bayrer, Laren Becker, Milena Bogunovic and Meenakshi Rao. Journal of Neuroscience 31 October 2018

That gut feeling. By Dr. Siri Carpenter. September 2012, Vol 43, No. 8. American Psychological Association

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