
La importancia de identificar las señales tempranas.

Tu salud comienza
en tu sistema digestivo
Nuestro sistema gastrointestinal está diseñado para enviar señales de alarma cuando está comenzando a disfuncionar. Si estás sintiendo síntomas como inflamación, acidez o estreñimiento, es hora de ir de norte a sur para identificar y abordar los problemas de raíz.
¿Sabías que las interrupciones en cualquier etapa del proceso digestivo tienen un efecto dominó, impidiendo que cada paso siguiente funcione como debería?
Esta es la razón por la que utilizar directamente probióticos o suplementos genéricos puede no producir resultados positivos. El problema puede estar en el microbioma, el ácido estomacal, el páncreas, el intestino delgado e incluso el sistema inmune. Cada parada a lo largo del movimiento de los alimentos a través del tracto gastrointestinal debe evaluarse para identificar dónde surgen los problemas.
Nuestro abordaje de Medicina Funcional y Estilo de Vida utiliza una metodología científica que estudia los procesos biológicos subyacentes del sistema gastrointestinal, y su conexión con el resto de los sistemas de nuestro organismo. Esto permite identificar la causas detrás de las disfunciones para intervenir desde la raíz.
enfermedades
comienzan en el
intestino
2500 A.C.
Existen análisis clínicos funcionales avanzados que nos permiten estudiar el estado de tu microbioma, qué tan fuerte o permeable está tu membrana intestinal y si está permitiendo que se filtren toxinas, fomentando sensibilidades alimentarias con reacciones inmunes.
Por ejemplo, cuando identificamos un intestino muy permeable, es decir, que permite que las toxinas lleguen al torrente sanguíneo, se compromete al hígado, al sistema linfático y la respuesta inmune. También al sistema endocrino e incluso el sistema nervioso.
Estos son algunos síntomas tempranos que debemos observar:
Además también es importante analizar la permeabilidad de la barrera hemato-encefálica: nuestro filtro entre el torrente sanguíneo y el sistema nervioso central, que hace que toxinas en nuestra alimentación no pasen, y que nutrientes claves para la función cognitiva sí lo hagan. Esta condición puede darnos otra gama distinta de síntomas a nivel psicológico y/o neurológico.
Nuestro abordaje nos permite recabar información sumamente valiosa para identificar qué intervenciones personalizadas de nutrición y estilo de vida se necesitan para trabajar en la reparación de las membranas, la restauración del microbioma, la detoxificación hepática intestinal, la optimización del proceso digestivo y de la inflamación sistémica que estos cuadros pueden colaborar en generar.